Muchas de las regiones que no hacen parte del sistema central de interconexión eléctrica en Nariño presentan dificultades marcadas en el suministro del servicio de energía dado el difícil acceso geográfico a muchas de las zonas alejadas del centro del departamento, las condiciones socioeconómicas de las poblaciones y la condición de Nariño como cola del sistema interconectado nacional. Además, a pesar de que el departamento cuenta con abundantes recursos energéticos que se pueden aprovechar en generación basada en métodos limpios, estos potenciales no se encuentran apropiadamente identificados, clasificados y cuantificados.

Entre las principales causas de los problemas energéticos en las regiones no interconectadas se encuentran la falta de información técnica sobre las condiciones del sistema de distribución, la deficiente estimación de la demanda, la falencia en posibles soluciones alternativas a la conexión al sistema central, el costo elevado y la difícil sostenibilidad de las soluciones basadas en combustibles líquidos como el diésel. Por otra parte, la carencia de estudios y mediciones reales de los potenciales energéticos de estas zonas dificulta el planteamiento de proyectos encaminados a suplir energía por métodos distintos a los convencionales.

De esta manera, el fortalecimiento de un plan de investigación y desarrollo tecnológico en esta área es de vital importancia para estructurar la información requerida sobre las oportunidades energéticas de las regiones apartadas, la apropiación de nuevo conocimiento alrededor de la gestión energética, la proposición de proyectos alrededor de la generación distribuida con fuentes alternativas y el estudio de nuevas tendencias, tales como las redes inteligentes, para la solución de los problemas con metodologías apropiadas, escalables, controlables y replicables.

Teniendo en cuenta lo descrito anteriormente, es prioritario obtener información de las diferentes zonas del departamento relacionada con las problemáticas y oportunidades energéticas de tipo alternativo, y a la vez, dar a conocer la manera más apropiada de cómo utilizar los diferentes recursos naturales basándose en experiencias a nivel mundial. Dado que algunas de estas opciones son tecnologías emergentes, la transición hacia esquemas más eficientes, limpios y flexibles, depende de los esfuerzos en investigación, desarrollo, demostración y difusión que se emprendan para aplanar sus curvas de aprendizaje, reduciendo sus costos en forma representativa y buscando imponer mejores prácticas de uso energético para hacer más competitivas las economías y para ser coherentes con los propósitos de sostenibilidad del desarrollo.